…Y que respeta el derecho a tener una religión y sus cultos. Que cree que toda intolerancia, persecución o violencia contra la fe y sus expresiones, debe generar el máximo repudio social posible.
El Estado debe garantizar y respetar la autonomía de las sociedades intermedias y en especial, proteger y promover la familia, el núcleo fundamental de la sociedad.
… De las personas y de los cuerpos intermedios para poder realizarse de la forma más completa posible sin obstáculos ni regulaciones innecesarias. Se necesita un Estado que apoye, subsidie, pero que jamás sustituya a la sociedad libre.
La libertad que no respeta al otro, no es libertad. Respaldamos a la autoridad y al marco normativo e institucional que nos rige y que nos entrega derechos, pero también nos exige deberes como personas, hijos, padres y ciudadanos.
Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Dicha dignidad y los derechos emanados de ella son anteriores y superiores al Estado, y es precisamente por lo anterior, que el Estado debe estar al servicio de todas las personas, especialmente de las más vulnerables.
En el ejercicio de su libertad, las personas y grupos compiten y se esfuerzan por rendir al máximo de sus capacidades. La sociedad debe apoyar a los más desaventajados para que mejoren sus oportunidades, pero siempre en vistas que cada persona pueda desarrollarse de manera autónoma y sin caer en asistencialismos para que compitan en igualdad de condiciones.
El fin de la política es el Bien Común, no el poder. La política es para servir, no para servirse y en el centro de nuestro accionar está la noción de comunidad y la generación de condiciones para el máximo desarrollo material y espiritual posible de todas las personas. Por eso mismo, creemos profundamente en nuestra patria y defendemos con orgullo su historia, tradiciones y valores.
El Estado debe ser subsidiario, y siempre debe promover que cada persona se desarrolle material y espiritualmente de manera autónoma pero no puede permanecer indiferente frente a quienes han quedado marginados del progreso, excluidos de sus beneficios, y luchan desesperadamente contra su indigencia, contra la miseria, el hambre, las enfermedades, y todos los males asociados a esa condición.
…Y que respeta el derecho a tener una religión y sus cultos. Que cree que toda intolerancia, persecución o violencia contra la fe y sus expresiones, debe generar el máximo repudio social posible.
Creemos que, como eje transversal de todos los chilenos, resulta necesario un acuerdo nacional para combatir estos flagelos con toda la fuerza y que se anticipe a la continua expansión de estos males por el país.
… Que no acepta que los políticos y los empleados públicos se conviertan en una casta de privilegiados, que se rebela contra los abusos de los poderosos y que espera del Estado y de los servicios públicos, responsabilidad social, espíritu de servicio, respeto a los derechos fundamentales de sus ciudadanos, y un efectivo compromiso con el bien común.
Rechazamos el populismo y promovemos la honestidad como una plataforma de acción política, donde quienes tienen un rol público miren a las personas a la cara y les digan la verdad. La crisis de la política hoy lo demanda y el nuevo ciclo debe forjarse desde la recuperación de la legitimidad pública de los actores políticos. Creemos que la técnica cumple un rol fundamental en la política, pero donde la experiencia en terreno y cercana a las personas es fundamental.
No queremos un Estado grande, sino un Estado justo, que tenga el tamaño mínimo necesario y que sea eficaz, moderno y transparente pues éste se financia con los recursos de todos los chilenos. Que asuma sus funcionalidades propias, pero que respete y promueva la libertad en la sociedad. Creemos en un Estado probo y transparente, que use eficaz y eficientemente los recursos de todos los chilenos.
… Y que tiene una vocación infinita por invitar, promover y potenciar a las nuevas generaciones a hacerse parte de la discusión política y social, donde se vuelva a recuperar la formación y la participación de nuestros jóvenes en todos los espacios de una sociedad en movimiento, como un pilar esencial de nuestro actuar público.
Donde no basta con diálogos, discusiones y escritos, sino un lugar donde esencialmente nos comprometemos a salir a la calle, tanto la tradicional como la moderna, ésta última que incluye las redes sociales y todos los foros, espacios y debates que existan, para darle vida a nuestras ideas y principios con las personas.
El crecimiento económico no es suficiente y menos, cuando no alcanza para todos. Nuestro objetivo es el progreso, un desarrollo económico, social, cultural y espiritual que beneficie a todos los chilenos y que sea sustentable y sostenible en el tiempo. Precisamente, donde usemos el ingenio y las buenas ideas, para potenciar un uso responsable de nuestra tierra y donde nuestros proyectos no se agoten en nuestra generación, sino que estemos pensando permanentemente en las venideras.
Chile se ha desarrollado, pero ese crecimiento no ha llegado a todos. Los pobres, los enfermos, los niños, los ancianos, las personas con discapacidad y los presos representan nuestra mayor urgencia. No podemos seguir avanzando sino resolvemos las grandes deudas que tiene nuestra sociedad.
… atributo moral que emerge frente al dolor y la necesidad de un amigo, de una comunidad, de un sector de los chilenos, o de todo el país, y que constituye una de sus más grandes virtudes y fortalezas.
Estamos orgullosos de lo que creemos y utilizaremos cada espacio para defender nuestras ideas. Sin complejos y sin concesiones.
Creemos en la libre iniciativa de las personas para emprender sus negocios, creemos en aquellos que luchan toda la vida y que, con educación y esfuerzo, son forjadores de su propio destino. Creemos en los emprendedores, en los innovadores y en los que nunca se rinden por llevar una idea hasta el final.